Desde que inició la pandemia por Covid-19 en México, a mediados de marzo del 2020, se supo que una de las industrias que más se verían afectadas por la cuarentena mundial sería la de la construcción.
¿Por qué? Debido a varios factores; desde la baja de producción como medida para evitar la propagación del virus hasta las restricciones laborales y productivas en los lugares de trabajo.
Este freno para la industria de la construcción se volvió aún más alarmante al considerar que este sector actúa como uno de los principales motores de la economía del país, contribuye al 6.5% del PIB Nacional, genera aproximadamente 6.1 millones de trabajos directos y está relacionado con muchas de las principales actividades económicas del país.
Por todo lo anterior es que un golpe al sector de la construcción termina por afectar a gran parte de la población y al país como tal.
Y si bien son varias las consecuencias de esta crisis, en este blog nos dedicaremos en específico a un tema: la escasez de materiales de construcción.
Como es de suponer, la construcción no solo se vio afectada por factores internos del país. De hecho la producción de insumos para la construcción a nivel mundial se vio afectada fuertemente sobre todo por las restricciones de movimiento.
Y aunque toda esta crisis tuvo su inicio y apogeo principalmente durante el 2020, aún en el 2021 seguimos viendo sus secuelas y la industria permanece sin poder recuperarse al 100%.
Aunado a esto, los expertos en el tema aseguran que los precios, escasez y dificultad para encontrar materiales de construcción no mejorarán muy pronto, al contrario, el sector debe prepararse para seguir lidiando con esto por un tiempo más.
¿Cuáles son los materiales de construcción cuyo precio aumentó más?
Madera
Uno de los materiales que definitivamente sufrió cambios radicales durante esta crisis de escasez de insumos fue la madera.
El aumento en el precio de este material tan importante para la construcción se debe a dos factores principales:
La primera es que, desde hace mucho tiempo antes de la pandemia, la industria de la construcción ya se había topado con la escasez de este material debido sobre todo a los incendios forestales que son cada vez más comunes.
Y la segunda es que debido a la apresurada y necesaria reactivación económica del sector de la construcción en muchos países, la demanda de este material aumentó casi de forma explosiva.
Afortunadamente, los expertos afirman que la demanda de este material es solo un aumento transitorio, que se estabilizará de a poco en poco, aunque será difícil que llegue a precios como en los que se manejaba antes de la pandemia.
¿Cómo combatir esta situación?
Prácticamente, la única forma de combatir con este aumento exponencial tanto de demanda como del precio de la madera es que las plantas y los aserraderos vuelvan a operar al 100% de sus capacidades.
Si bien esto parece una tarea complicada debido a que aún estamos en pandemia, muchos países ya están avanzados en su plan de vacunación y por ello las restricciones sanitarias en sectores como el de la construcción se han vuelto más flexibles.
No queda más que esperar a que esto pase en todas las naciones que se encargan de producir madera para así satisfacer el aumento de la demanda de este material tan imprescindible en cualquier proyecto de construcción.
Cobre
El cobre es otro de los materiales que más sufrió durante la pandemia, tanto así que no es exageración cuando decimos que varios expertos afirman que nos estamos quedando sin este metal.
Al igual que con la madera, su demanda está creciendo al mismo tiempo que la oferta baja debido a la escasez de concentrado de cobre, que es lo que usan las fundidoras para crear este material.
Otro de los puntos que contribuyen a la baja oferta del cobre es que, derivado de la pandemia, se ha restringido la extracción de cobre en puntos clave del mundo en un intento por contener la propagación del virus Covid-19.
En el peor de los casos se prevé que el precio del cobre llegue hasta los 20 000 dólares por tonelada en tan solo 4 años ya que los inventarios de este material sugieren niveles bajísimos, no vistos desde hace más de una década.
¿Cómo combatir esta situación?
Los expertos perciben que esta situación podría cambiar en 2 o 3 años, cuando la producción se normalice y se obtenga equilibrio en el mercado.
Sin embargo, también consideran que los metales tienen ciclos de bajas y subidas repentinos e impredecibles, por lo que la única forma de evitar la escasez de este material es encontrar la manera de mejorar los procesos de extracción de cobre de la chatarra para reutilizarlo.
Acero
Tal como lo comentamos anteriormente, el principal problema de la alza de este material es la lenta recuperación que tienen las empresas y fábricas para volver a su capacidad de producción pre-pandemia mientras que la oferta disminuye y la demanda aumenta.
Aunado a esto, la reactivación del mercado interno de China y de Estados Unidos también ha contribuido considerablemente a la escasez de este metal ya que son los países que actualmente más lo están consumiendo.
Tan solo en nuestro país, de agosto del año pasado hasta el día de hoy, el precio del acero aumentó aproximadamente 200% debido a la constante alza de precios. Es decir, actualmente su precio para herrería es de 33 mil pesos por tonelada.
El aumento en el precio del acero también trae consigo la alza de otros productos derivados de este metal. Por ejemplo:
- La varilla, que anteriormente se encontraba en $111 MXN y actualmente llega hasta los $156 MXN o el clavo
- Los clavos, que se encontraban en aproximadamente $22 MXN el kilo y ahora están en $40 MXN.
- El alambre recocido, cuyo precio por kilo era de $22 MXN y actualmente se encuentra en $39 MXN.
- El alambrón, que subió de $18 MXN a $27 MXN, entre otros materiales derivados del acero.
Lamentablemente, el panorama para este material no es muy alentador en el futuro ya que tanto la demanda como el precio siguen subiendo y no se puede vislumbrar un punto de inflexión cercano.
¿Cómo combatir esta situación?
Prácticamente la única forma de lograr cumplir con la demanda de este material es recuperar los niveles de producción anteriores a la pandemia y reactivar todos los hornos donde se creaba este metal tan fundamental para la industria.
De lo contrario, la alza de precios y la falta de producción sólo terminará por afectar a las industrias por más tiempo del esperado y las llevará a enfrentar una fuerte crisis, según expertos.
Otros aspectos a tomar en cuenta…
Desafortunadamente también existen otros aspectos que han ralentizado la total y completa distribución de materiales de construcción a las empresas y a los países que necesitan reactivar su economía.
Por ejemplo los retrasos en el transporte, la falta de trabajadores en los centros de trabajo y los altos costos derivados de estos dos aspectos anteriores, que terminan por afectar directamente al consumidor final.
Sin mencionar que todavía existen muchos países que se encuentran lidiando con su peor punto de contagios por COVID-19.
Lo más preocupante de esto para el sector de la construcción es que este aumento de demanda solo trae como consecuencia una oleada de aumento en todos los materiales de construcción.
Y si bien esto afecta fuertemente a las industrias y empresas dedicadas a la construcción, también termina por afectar a negocios pequeños como ferreterías y a personas que desean construir su casa, algún negocio o remodelar un inmueble.
En conclusión, la única y más factible solución es cubrir la demanda con la reactivación total de todas y cada una de las áreas relacionadas con la construcción, que a su vez solo se puede dar una vez que todos los países hayan controlado la pandemia por COVID-19.
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