La visión es uno de los sentidos más valiosos que tenemos y por ello es de suma importancia darle los cuidados que requiere, aún si no hay señales de algún problema visual.
Y es que desafortunadamente, existen padecimientos visuales que no presentan síntomas hasta que están muy avanzados y es difícil tratarlos como el glaucoma o que suceden de forma repentina y amenazan la visión como el desprendimiento de retina.
Sin embargo, también es cierto que hay señales a las que puedes permanecer alerta pues indican que algo va mal con tus ojos. Si te identificas con alguno de los puntos que vamos a mencionar, acude con tu oftalmólogo para resolver tus dudas y evitar que cualquier problema en tu visión se agrave.
8 Señales de que algo va mal con tu visión
- Ver borroso: percibir las luces apagadas y los colores más vivos puede ser señal de catarata u otros problemas.
- Dolor ocular: el dolor nunca es normal y cuando se siente en los ojos puede ser señal de diferentes problemas como:
- Un cuerpo extraño en el ojo.
- Una infección viral o bacteriana.
- Glaucoma de ángulo cerrado.
- Ver mal de cerca: esto puede ser un indicio de vista cansada, también conocida como presbicia.
- Ver moscas volantes: las moscas volantes son síntoma de distintos problemas en la retina. En caso de notarlas es importante que acudas de inmediato a tu clínica oftalmológica.
- Puntos ciegos en el centro de tu visión: ¿notas un punto difuso en el medio de tu visión? Este síntoma puede estar acompañado de visión borrosa y de la distorsión de líneas rectas que se visualizan curvas.
- Observar extremos negros: si tu visión lateral se está viendo afectada podría tratarse de glaucoma.
- Visión doble: este síntoma puede indicar afecciones cerebrales sistémicas o lesiones nerviosas.
- Pérdida repentina de la visión: incluso si tu visión regresa, se trata de un problema grave. Puede deberse a la edad, glaucoma, catarata, degeneración macular, entre otros padecimientos.
Recuerda que una gran parte de los casos de ceguera se pueden prevenir o evitar, por ello es de gran importancia acudir al oftalmólogo con frecuencia.
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