ay momentos en la vida que pueden resultar difíciles de asimilar y mucho más de superar. Puede ser un fracaso laboral, una traición de alguien cercano, o en el peor de los casos la pérdida de un ser querido o la de uno mismo.
Algunos poseen resiliencia suficiente para superar estos eventos, mientras que hay otras personas que enfrentan un proceso de duelo diferente y sumamente difícil de superar.
Lo anterior puede verse con mayor frecuencia en adultos mayores y mujeres, además, las situaciones que lo favorecen es enfrentarse a una muerte inesperada o violenta. Por ejemplo, suicidio, asesinato, accidente trágico, enfermedad repentina, etc.
Por ello, ha crecido de forma importante una disciplina que se encarga de todo lo relacionado con el fenómeno de la muerte. Esto implica el sufrimiento psicológico, las relaciones emocionales con el fallecido, el dolor físico, entre otros aspectos.
Se trata de la Tanatología, aceptada como ciencia a partir de los años 50. La tanatología, ayuda tanto a personas que se enfrentan a una muerte inminente, como a personas que han sufrido algún tipo de pérdida.
¿Qué implican los estudios de la tanatología?
Para el enfermo:
Muerte digna.
Calidad de vida durante la etapa final.
Permanecer rodeado de seres queridos.
Resolución de problemas.
Atención y respeto adecuado al paciente.
No dar falsas expectativas.
Aprender a tomar sus propias decisiones.
Para quien sufre una pérdida:
Preparar psicológicamente a las personas para sufrir una pérdida.
Educar para tratar de forma adecuada (con respeto e inteligencia) al enfermo o fallecido.
Ayudar a crear sistemas propios de creencias sobre la vida y la muerte. (Entenderla como un proceso natural, no como un castigo).
Entender y saber manejar correctamente las emociones.
La mayoría de quienes ofrecen este tipo de servicio, cuentan con una licenciatura en psicología, además de un diplomado en tanatología. No dudes en pedir su ayuda en caso de estar pasando por un momento difícil, ya seas tú o tu familia.