A la hora de planificar un viaje de negocios, uno de los aspectos de mayor importancia para los viajeros es el hospedaje. Y es que, debido a que se trata de un viaje laboral en el que estarán continuamente en reuniones y actividades del trabajo, no es para menos que prefieran un lugar en el que sea agradable pasar el tiempo y relajarse.
Pero, ¿cómo elegir el hospedaje perfecto? En este blog te damos algunos tips para lograrlo.
1. Elige una ubicación estratégica
El primer aspecto que hay que considerar al elegir un alojamiento es la ubicación. Lo ideal es que se encuentre próximo a los destinos que se tiene que asistir, llámense congresos, ferias, exposiciones, oficinas, etc.
Además también es recomendable que se encuentre en el núcleo de la actividad empresarial principalmente para generar networking pero también para contar con mejores opciones de comida, transporte, bancos y otros servicios necesarios para la comodidad del viajero o viajera.
2. Características del alojamiento
El hotel será el hogar provisional del viajero/viajera por lo que, si quieres cuidar de él/ella y hacer de su viaje laboral una experiencia agradable, es vital que pongas atención a las amenidades y servicios que ofrece el alojamiento.
Algunos de los aspectos que no deben faltar son una excelente limpieza, instalaciones en perfectas condiciones, buena conexión a internet y un espacio para poder trabajar o tomar reuniones. Además puedes buscar opciones que ofrezcan otros complementos como gimnasio, salas de reuniones, piscina, etc, que seguro harán un viaje más ameno.
3. Transporte
Lo más problemático de llegar a una ciudad que no conoces y en la que tienes que viajar constantemente del aeropuerto al hotel y del hotel a otros destinos, es el transporte, que fuera de las metrópolis no suele ser tan eficiente, seguro ni barato.
En estos casos lo más recomendable es contratar el servicio de arrendamiento de autos que se ofrece a las empresas justo para los viajes de negocios y que representa la opción más segura, cómoda y eficiente.
4. Extras
Acudir a un viaje de negocios puede sonar como una gran responsabilidad y de hecho lo es, ya que suelen haber metas y tareas objetivo que deben cumplirse. Sin embargo, también puede convertirse en una experiencia agradable cuando la empresa realmente se preocupa por el bienestar del empleado/empleada.
Algunas prácticas extra para hacer que el viaje sea más placentero son:
- La posibilidad de elegir los horarios de vuelo
- Asignación de viáticos suficientes.
- Elección de un alojamiento adecuado.
- Seguro médico para gastos mayores.
- Atención a la salud mental, etc.
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