El glaucoma es una de las enfermedades oculares más peligrosas que existen. Se le conoce como el ladrón silencioso de la vista debido a que al inicio no presenta síntomas y es hasta que la enfermedad está muy avanzada que puede detectarla el mismo paciente.
El glaucoma se presenta debido a varios factores como cuestiones genéticas, edad, presión alta, etc. Para detectar esta enfermedad a tiempo y evitar la ceguera irreversible que provoca, es importante acudir a revisiones oftalmológicas al menos una vez al año.
Si ya tienes glaucoma es importante que tomes medidas para cuidarte y evitar el avance de esta enfermedad, comenzando por tus hábitos alimenticios.
Estos son los alimentos que debes evitar si tienes glaucoma:
- Azúcar: cuando es consumida en exceso puede provocar un desequilibrio en los niveles de azúcar en la sangre, dando lugar a neuropatías o daños en los nervios, incluídos los nervios ópticos.
- Sal: el exceso en el consumo de sal puede provocar la retención de líquidos que se acumulan en los vasos sanguíneos y causan un incremento de la tensión arterial, lo que a su vez incrementa el riesgo de padecer glaucoma. Cuando los líquidos no son eliminados, se sufre una hinchazón recurrente en los ojos como consecuencia del exceso de fluido en el tejido conjuntivo.
- Café: el consumo en exceso de cafeína puede aumentar la producción del humor acuoso y afectar negativamente al sistema natural de drenaje del ojo. Además puede incrementar la presion arterial, llevando a un aumento de la presión intraocular.
- Alimentos ultra procesados: estos alimentos tienen un alto contenido en sodio, azúcares, grasas saturadas y muy bajo aporte nutricional por lo que favorecen la retención de líquidos, el aumento de azúcar en la sangre e incrementan la tensión arterial.
Por otro lado, algunos alimentos que sí son recomendables por el bien de tu salud ocular son:
- Vegetales de hojas verdes (brócoli, apio, rúcula, acelga, espinaca y col)
- Alimentos ricos en antioxidantes (salmón, nueces, aguacate, sardinas, etc)
- Alimentos ricos en vitaminas C, E y B1 (fresas, sandía, tomates, pepino, cebolla, arroz, frutos rojos, lechuga, champiñones, alcachofas, avellanas, higos secos, etc)
Cuida tu visión. Acude a una revisión oftalmológica completa al menos una vez al año.
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