Los problemas de refracción en la visión son de los más frecuentes en la población mexicana. Quienes los padecen, se ven obligados a utilizar lentes para mejorar su visión ya sea de cerca, de lejos o ambas.
No obstante, pese a la necesidad, hay muchas personas que no logran acostumbrarse a usar anteojos, por lo que para ellos existen dos opciones: someterse a una cirugía refractiva o utilizar lentes de contacto.
Sin embargo, en caso de que te decidas por la segunda opción, es importante que te informes muy bien y acudas con un oftalmólogo profesional.
Por lo pronto, en este blog te hablaremos de algunos de los riesgos a los que estarás expuesto si utilizas lentes de contacto.
Nunca vayas a dormir con los lentes de contacto puestos, a menos que tu oftalmólogo te haya indicado que no hay riesgo al hacerlo.
No utilices tus lentes de contacto por más tiempo del permitido, hacerlo puede maltratar tu córnea y dejarla vulnerable a diferentes tipos de infecciones.
Evita utilizar tus lentes de contacto en ambientes con agua, ya sea en la ducha, albercas, mar, etc. El agua puede transferir a tu córnea una rara pero muy peligrosa infección llamada queratitis.
La recomendación para utilizar lentes de contacto en este tipo de lugares es usar gafas de protección ajustadas para natación.
Lleva a cabo las instrucciones de limpieza indicadas por tu oftalmólogo al pie de la letra:
Utiliza la solución indicada y deséchala cada que sea necesario.
Enjuaga el estuche de tus lentes de contacto frecuentemente,
Y sobre todo lo más importante: lava siempre tus manos muy bien con agua y jabón antes de quitarte y ponerte los lentes de contacto para evitar la propagación de gérmenes.
A pesar de lo tentador y fácil que pueda sonar, nunca utilices agua para limpiar tus lentes de contacto, pues hay una posibilidad de que esta lleve ciertas bacterias dañinas para tus ojos.
Si utilizas o quieres utilizar lentes de contacto es imprescindible que acudas con un oftalmólogo para obtener una receta y todas las indicaciones pertinentes.
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