Existe una gran variedad de envases y empaques que sirven a diferentes objetivos según sus características. En este artículo hablaremos de aquellos que sirven a la industria farmacéutica.
Los envases de este sector son especialmente diseñados y creados para fines farmacéuticos debido a que deben cumplir ciertas características como asegurar la protección del contenido hasta el momento en que llega al paciente.
Además, el empaque debe garantizar las propiedades, cualidades y la procedencia del medicamento. De ahí la importancia desde el momento en el que se eligen los materiales y tipo de envase a usar, ya que se toman en cuenta aspectos como la forma farmacéutica, vía de administración del fármaco, características fisicoquímicas del medicamento, etc.
¿Cuáles son los tipos de envases farmacéuticos?
Envases de venta
Son aquellos envases creados para constituir en el punto de venta una unidad destinada al usuario final y a su vez se encuentran clasificados de la siguiente forma:
Envase inmediato: Contiene el medicamento, por lo que está en contacto directo con él. Puede ser un envase complejo con accesorios para su administración y manejo o también pueden ser tarros con tapa de fácil uso.
Envase externo: Es aquel que en su interior contiene al envase inmediato y está diseñado para contribuir a la protección y seguridad del medicamento. Puede tratarse de una caja, un estuche o tarros con tapa que en su interior contienen algún plástico.
Envases de agrupación y transporte.
El primero se trata del envase que agrupa varias unidades para su venta y se utiliza sobre todo en los procesos de distribución. Normalmente se trata de una caja de cartón aunque también hay envases más complejos.
Por otro lado, también existe el envase de transporte, diseñado para facilitar su manipulación y su transporte en las unidades de venta y distribución sin manipularlos directamente.
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