¿Has sentido nervios al hablar en público, al conocer a gente nueva o al asistir a un evento social? Este es un sentimiento totalmente normal en la mayoría de las personas pero cuando estos nervios se transforman en un miedo intenso y persistente que incluso interfiere en las actividades del día a día, comenzamos a hablar de ansiedad social.
¿Y qué es la ansiedad social?
Se trata de un trastorno de ansiedad caracterizado por causar un miedo abrumador a situaciones sociales en las que se puede ser evaluado o juzgado por los demás. Quienes padecen esta fobia temen actuar de una manera que resulta embarazosa o humillante por lo que prefieren evitar ciertas interacciones sociales y en casos muy severos, incluso optan por un aislamiento total.
Algunas otras personas con este trastorno no sienten ansiedad con las interacciones sociales hasta que deben realizar algo enfrente de otros, por ejemplo al hablar en público, competir en juegos, tocar instrumentos en un escenario, entre otras actividades.
Por lo general, la fobia social comienza en la infancia tardía y se puede confundir con timidez extrema. De igual manera, es más común en mujeres que en hombres y esta diferencia de sexo se acentúa más en adolescentes y adultos jóvenes.
Síntomas de la ansiedad social
Puede manifestarse con diferentes síntomas que son visibles tanto a nivel físico como emocional. Algunas de las señales más comunes que indican ansiedad social son:
- Miedo intenso a ser juzgado que se traduce en la sensación de que los demás te están evaluando constantemente y por lo tanto hay un pavor a cometer el más mínimo error.
- Preocupación excesiva antes de eventos sociales que perdura por días, semanas o incluso meses antes del evento.
- Evitación de situaciones sociales que se manifiesta al rechazar invitaciones, faltar a clases o al trabajo o evitar el contacto con otras personas.
- Síntomas físicos como sudoración excesiva, temblores, ritmo cardíaco acelerado, dificultad para hablar, enrojecimiento facial o náuseas.
- Autocrítica intensa con acciones como revisar mentalmente las interacciones sociales pasadas y criticar el propio comportamiento.
¿Qué causa la ansiedad social?
No hay una única causa que provoque este trastorno sino que puede venir de toda una combinación de factores que pueden ser los siguientes:
- Genética: Las personas con familiares que padecen trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
- Experiencias traumáticas: Haber sido objeto de burlas, críticas o humillaciones en el pasado puede contribuir al desarrollo de la ansiedad social.
- Factores externos: Crecer en un entorno donde se enfatiza el perfeccionismo o se critica severamente el comportamiento social puede aumentar el riesgo.
¿Cómo lidiar con el trastorno de ansiedad social?
Afrontar la ansiedad social puede ser desafiante, pero existen diversas estrategias que ayudan a manejar los síntomas y así mejorar tu calidad de vida.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La TCC brindada por un profesional con licenciatura en psicología es una de las formas más efectivas de dar tratamiento a la ansiedad social. Este tipo de terapia se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad.
A través de las sesiones, el terapeuta te brindará herramientas para enfrentar situaciones temidas y te enseñará a desarrollar una visión más realista de tus interacciones sociales.
Técnicas de relajación
Practicar técnicas como la respiración profunda, la meditación o la relajación muscular progresiva puede ayudarte a reducir los síntomas físicos de la ansiedad. Con estas prácticas podrás calmar el cuerpo y la mente en momentos de tensión.
Exposición gradual
Aunque resulte incómodo, la verdad es que evitar las situaciones que te causan ansiedad solo refuerza el miedo. Por otro lado, exponerte gradualmente a estas situaciones, empezando por las menos intimidantes, te ayudará a desarrollar confianza y a reducir la ansiedad con el tiempo.
Reestructuración cognitiva
Esta técnica implica desafiar y cambiar los pensamientos negativos y distorsionados que acompañan a la ansiedad social. Por ejemplo, en lugar de pensar “Todos van a notar que estoy nervioso y pensarán que soy raro”, puedes entrenarte para pensar “Es normal sentirse nervioso en esta situación, pero eso no significa que todos me estén juzgando”.
Práctica de habilidades sociales
Si sientes que te falta confianza en tus habilidades sociales, practicar con amigos cercanos o en grupos pequeños puede ser útil. No dudes en ensayar cómo iniciar y mantener conversaciones, hacer preguntas y en aprender a mostrar interés genuino ya que esto puede mejorar tu desempeño en situaciones sociales reales.
Estilo de vida saludable
Tener hábitos como dormir suficiente, comer de manera equilibrada y hacer ejercicio regularmente tienen un impacto positivo en tu bienestar mental. El ejercicio, en particular, libera endorfinas que pueden mejorar tu estado de ánimo y reducir drásticamente la ansiedad.
Apoyo social
Hablar con personas de tu confianza sobre tus sentimientos puede ser un alivio. Si te es posible, únete a grupos de apoyo ya sean en línea o presenciales. Esto puede ofrecerte un espacio seguro para compartir experiencias y aprender de otros que están lidiando con problemas similares.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si la ansiedad social interfiere significativamente con tu vida diaria y te impide realizar actividades que antes disfrutabas o cumplir con tus responsabilidades, es momento de buscar ayuda de un profesional con licenciatura en psicología.
Un psicólogo o psiquiatra especializado en trastornos de ansiedad puede ofrecerte un diagnóstico adecuado y sugerir un plan de tratamiento que incluya terapia y, de ser necesario, medicación.
Recuerda que la ansiedad social es un reto muy difícil de superar pero no estás solo/sola y buscar ayuda es el primer paso para superar esta situación.
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