México se encuentra en una zona de alta sismicidad y eso, los chilangos lo saben muy bien. Para los residentes de la capital y su zona conurbada, no es nada extraño vivir un sismo de más de 4 grados en escala Richter.
Pero eso no significa que estén acostumbrados y mucho menos que ya no tengan miedo de un sismo. De hecho, después de ser testigos de terremotos tan catastróficos como el del 85, o el del 2017, muchas personas desarrollaron enfermedades como crisis nerviosas, estrés postraumático o ataques de pánico.
Y como sabemos que una de las mayores preocupaciones es que nuestra casa haya sufrido algún tipo de daño, en esta ocasión te daremos algunos tips para revisar que tu hogar sea seguro después de un sismo.
Primero que nada, es muy importante que conozcas los materiales de construcción con los que está hecho tu hogar. Así como el año en el que fue edificada.
Revisa tus paredes, techos y pisos en busca de daños superficiales o graves. Si encuentras grietas horizontales o verticales no deben tener más de medio cm de grosor y no representan alta peligrosidad.
Las grietas diagonales son las más peligrosas, sobre todo aquellas con un ángulo de 45 grados. Si encuentras una de ellas, lo primero que debes hacer es retirar el aplanado o azulejo que cubre la pared para verificar que el material con el que se construyó el inmueble esté en buen estado.
El riesgo aumenta cuando una vez tumbado el acabado, se observa que el block, tabique o cualquier elemento estructural tiene grietas.
También se debe revisar con meticulosidad las columnas y trabes, si se encuentran grietas deben evacuar de inmediato el inmueble y solicitar ayuda de un profesional.
¿Cuáles son las grietas más peligrosas?
Aquellas en forma de ¨X¨, de ¨U¨, diagonales con la horizontal del piso, o bien paralelas al piso.
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